Aunque para algunos todavía suena como algo «extremo», el sadomasoquismo —más ampliamente conocido hoy como parte del BDSM— ha formado parte de la sexualidad humana desde hace siglos. Lo que antes era un tabú, hoy es una práctica reconocida, respetada y, para muchos, altamente placentera.
Un poco de historia… breve y sabrosa
El término «sadomasoquismo» viene de dos figuras literarias: Marqués de Sade, quien escribía sobre el placer en el dolor infligido, y Leopold von Sacher-Masoch, quien exploraba el placer al recibirlo. Aunque sus obras eran provocadoras para su tiempo, sentaron las bases de lo que hoy entendemos como BDSM: Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.
Hoy, lejos de ser un «juego oscuro», el BDSM es una práctica erótica basada en tres pilares fundamentales: consenso, comunicación y seguridad.
¿Por qué introducir el BDSM en tu vida sexual?
- Rompe la rutina: El BDSM agrega un componente de juego, rol y poder que puede revitalizar la vida sexual.
- Explora el placer desde otro lugar: El dolor puede ser placentero si se usa con control, respeto y deseo compartido.
- Mejora la comunicación en pareja: Hablar de límites, deseos y roles fortalece la conexión emocional y la confianza.
¿Cómo empezar? Guía rápida para principiantes
- Hablen antes de actuar
Acuerden qué quieren probar, qué límites tienen y establezcan una palabra de seguridad para detenerse si algo incomoda. - Empiecen con juegos suaves
Ataduras simples con pañuelos, nalgadas consensuadas o juegos de poder (como órdenes suaves) son un excelente punto de partida. - Exploren con juguetes básicos
Antifaces, esposas acolchadas, látigos suaves o cuerdas de bondage. Todo esto está disponible en sexshops con asesoría. - Cuiden la seguridad y el consentimiento
El BDSM no es violencia: es una danza erótica con reglas claras, cuidado mutuo y mucho respeto.
Entendemos entonces que el sadomasoquismo no es solo “dolor y dominación”, sino una forma consciente, intensa y profundamente conectada de vivir el placer. Si se practica con comunicación, respeto y curiosidad, puede transformar la intimidad en un terreno mucho más rico, divertido y liberador.
¿Te animas a explorar?